El desierto de Fraga vibró con fuerza en la 32ª edición del Monegros Desert Festival
50.000 asistentes de más de 90 países se reunieron para vivir 22 horas ininterrumpidas de música y energía colectiva en uno de los festivales más icónicos de Europa.
Un viaje sonoro entre 13 escenarios y más de 150 artistas
El desierto de Fraga se transformó este sábado en un mundo paralelo gracias a la celebración de la 32ª edición del Monegros Desert Festival, una auténtica odisea electrónica que atrajo a 50.000 asistentes de más de 90 países.
Durante 22 horas ininterrumpidas, la música, el baile y la energía colectiva fueron los grandes protagonistas de una experiencia sensorial única que reafirmó el carácter legendario del festival.
Con 13 escenarios activos y más de 150 artistas de renombre internacional, la organización desplegó una programación monumental. Sin embargo, tres espacios se convirtieron en el verdadero epicentro de la rave: Dust x Unreal, Industry City x 240 km/h y el imponente Sound System Temple.

Dust x Unreal: el reino del techno crudo
Uno de los escenarios que marcó la diferencia fue Dust x Unreal, un espacio dedicado al techno más crudo e industrial. La atmósfera densa, el sonido contundente y la estética distópica atraparon a los más fieles seguidores del género.
Vendex fue uno de los nombres destacados del cartel, adueñándose del escenario con un set oscuro y explosivo que llevó la energía a un nivel insostenible.
Industry City x 240 km/h: velocidad y potencia
En la zona de Industry City, el escenario 240 km/h reunió a miles de ravers con una propuesta implacable.
El b2b de Adrian Mills y Andrés Campo fue uno de los momentos más potentes del festival. La química entre ambos DJs fue palpable: Mills aportó su estilo agresivo y minimalista, mientras que Campo desplegó su característico groove profundo, llevando al público a un viaje sonoro de pura euforia.
Acompañando esta conexión, el b2b de Serafina y Fumi desató una vibración cruda y enérgica, cargada de improvisación y sincronización, que mantuvo a los asistentes en trance continuo.
Pese al éxito, la masiva afluencia desbordó la capacidad del espacio en algunos momentos. La falta de un aforo mayor y la ausencia de servicios adicionales, como un bar dentro del recinto, restaron comodidad a la experiencia. Aun así, la música consiguió imponerse sobre cualquier inconveniente logístico.

Sound System Temple: el corazón palpitante de Monegros
El Sound System Temple volvió a erigirse como uno de los grandes símbolos del festival. Con capacidad para miles de personas, su producción combinó pirotecnia, visuales deslumbrantes y una potencia sonora demoledora.
Entre las actuaciones más memorables destacó Fatima Hajji, que desplegó un set brutal cargado de energía y carisma. Su dominio del techno encendió la pista, consolidando su figura como referente absoluto y como voz poderosa del talento femenino en la escena.
Indira Paganotto: un cierre histórico
El broche de oro lo puso Indira Paganotto, quien se convirtió en la primera mujer española en cerrar Monegros Desert Festival. Su set, una mezcla de potencia, emoción y simbolismo, marcó un hito para la historia del festival y la electrónica nacional.
Más allá del talento, su actuación envió un mensaje poderoso: la importancia de la inclusión y el protagonismo femenino en una escena tradicionalmente dominada por hombres.

Organización impecable en un entorno extremo
La logística fue otro de los puntos fuertes. Accesos, hidratación y seguridad estuvieron cuidados al detalle, asegurando comodidad y fluidez para los asistentes en un entorno tan desafiante como el desierto de Fraga.
El equipo humano del festival se mostró siempre atento y resolutivo, consolidando la organización como uno de los pilares clave para el éxito de esta edición.
Más que música: un ritual colectivo
Más allá de nombres y cifras, Monegros 2025 fue, sobre todo, una experiencia emocional. Un espacio donde se celebró la rave auténtica, donde se compartieron momentos de conexión, polvo, reencuentros y descubrimientos.
El espíritu de Monegros sigue vivo con más fuerza que nunca, demostrando por qué este festival es y seguirá siendo una cita imprescindible para los amantes de la electrónica.

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