Remember Paradise Open Air 2025: El Norte se rinde al legado del sonido

El 7 de junio de 2025 no fue una fecha más en el calendario de los amantes de la música remember. Fue el día en el que el norte entero vibró al ritmo de los himnos que marcaron a una generación. Bajo un cielo despejado y con el mar Cantábrico como testigo, ZUL, el emblemático recinto de Saltacaballo (Cantabria), acogió la edición más ambiciosa y multitudinaria de Remember Paradise. Un festival que ya es leyenda, y que en esta ocasión llevó su lema —“El legado del norte”— a su máxima expresión.

Desde las 11:00 de la mañana y hasta bien pasada la medianoche, tres escenarios en funcionamiento continuo ofrecieron 15 horas ininterrumpidas de sets, emociones y reencuentros. Más de 40 artistas se dieron cita en un cartel que combinó referentes históricos del remember nacional e internacional con algunos de los nombres más queridos del circuito actual. Desde los potentes sets de Marco V y Johan Gielen —dos iconos europeos del trance y el hard trance— hasta la presencia fundamental de figuras como DJ Neil, Raul Ortiz, Chus Liberata, Ricardo F o Monica X, el lineup fue un viaje directo al corazón de los que alguna vez vivieron los años dorados de la música electrónica.

El ambiente fue sencillamente espectacular. Camisetas de festivales míticos, gafas de colores, pancartas y banderas ondeando al viento, y ese brillo en los ojos que solo aparece cuando la nostalgia se encuentra con el presente. A cada rincón que se miraba, había una historia: padres enseñando a sus hijos lo que fue la movida, amigos reencontrándose tras años, y miles de personas bailando, riendo, abrazándose como si el tiempo se hubiese detenido.

La zona Open Air fue una celebración desde el primer minuto. Eneko Universal, DJ Juanma, DJ Neil, PG2 o Julius MC & DJ Bonsi hicieron que el escenario principal respirara energía pura, conectando con un público entregado que llenaba el recinto desde el mediodía. Johan Gielen firmó una de las actuaciones más aclamadas del día al caer la tarde, justo antes del momento estelar de Marco V, que ofreció una sesión épica bajo un cielo encendido por los últimos rayos de sol.

En la Main Room, artistas como Ricardo F, Frank Trax, Siniestro, Gari Seleckt o Iker Núñez mantuvieron el ritmo altísimo hasta la madrugada, con momentos de comunión colectiva al sonar himnos como “Komodo”, “Exploration of Space” o “The Sound of Goodbye”. Mientras, la Down Room se convirtió en un punto de encuentro alternativo para los más nostálgicos, con una selección de sonidos más underground pero igual de vibrantes, a cargo de DJ Dummy, Nacho Division, DBC o DJ Naz, entre otros.

A nivel técnico, la producción del festival fue impecable. Las tres zonas de baile estaban perfectamente sonorizadas, con pantallas, láseres, estructuras y visuales que potenciaban cada momento. Las áreas de descanso y de comida estuvieron bien distribuidas, facilitando la experiencia de los asistentes, muchos de los cuales habían viajado horas para estar allí. Y es que Remember Paradise no es solo un evento: es una cita obligada para quienes vivieron la escena, y para quienes han aprendido a quererla con el paso del tiempo.

El broche de oro llegó con los últimos sets de DJ PATT y Diego González, ya de madrugada, cuando las piernas pesaban pero el alma seguía encendida. Nadie quería que terminara. Porque no era solo una fiesta: era un reencuentro con una parte de uno mismo.

Con esta edición histórica, Remember Paradise se consolida como una referencia nacional en los festivales de música remember. ZUL, una vez más, se reafirma como un templo del sonido en el norte. Y los que estuvieron allí lo saben: aquel 7 de junio, entre montañas, música y mar, se vivió algo más que un festival. Se vivió un legado.

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